Chicos, ¡qué momento!

Me sorprende regresar a mi dashboard y ver que tengo visitas aunque no haya posteado nada en los últimos días. Yo que pienso que sólo la Paty y la Elisa me leen…, ¿chicas, son ustedes las que han entrado esta semana? o será algún curioso por ahí que se acerca al blog para ver qué es eso de las Peripecias. Who knows and who cares?…

En cualquiera de los casos este párrafo anterior fue escrito para evadir un poco el tema del blog y la responsabilidad de escribir en él (¿Sirvió?). El principal pretexto que tenía para no darme la vuelta por acá se acabó la semana pasada. He terminado (¡POR FIN!) el segundo semestre de la maestría y ahora se me acaban los ¿buenos? pretextos para no escribir por acá.

¿Qué ha pasado? pues muchas cosas la verdad es que no ha pasado mucho. Lo más relevante es que ya nos mudamos a Barcelona. Nos cansó un poco la tranquilidad de pueblo fantasma de Castelldefels y como somos flores de asfalto no veíamos la hora de venirnos a vivir a la ciudad. Ya tenemos dos semanas acá y aunque el camión de la basura pase a todas horas, especialmente en la madrugada, y los vagos del parque de enfrente sean unos discutidores de primera, nos encanta la ciudad.

Vivimos en un barrio de loquitos  y aunque no es tan turístico como El Raval o el Gótico, no deja de tener su encanto. El 90% de la población es mayor de 70 años, abajo del edificio tenemos una panadería y la Bodega Linares que vende vino de barril en botellas de refresco Fanta (a  €2 el litro y medio). A menos de media cuadra se encuentra otro forn de pa, enfrente hay un mini súper, una frutería de asiáticos, un puesto de periódicos y a media cuadra tenemos una estación del metro. Sí, estamos bien ubicados.

Paty, por los vagos no se preocupe que son inofensivos. Sólo hay que acostumbrarse al ruido que hacen porque les encanta hablar súper fuerte. Toman vino en tetrapack (comprado seguramente en la bodega Linares) y siempre andan en compañía de su carrito de súper… ¿de dónde los sacan?

El depa piso es muy mono, la dueña es una chica muy linda que lo tiene en perfectas condiciones. Fue muy raro el día que firmamos el contrato, se le veía algo triste, le brillaban los ojitos. Dijo: «Chicos, ¡qué momento!»… tenía ya 10 años viviendo en el piso y por supesto que le daba tristeza dejarlo y ¿cómo no? si lo tiene tan bien cuidado y decorado. La semana pasada que vino a supervisar la instalación del internet se veía algo desconcertada y nerviosa. Estar en TU casa pero que ya no es tu casa ha de ser raro.

Por cierto, esa semana que estuvimos sin internet fue otro de los pretextos oficiales que usé para no atender Peripecias, pero desde hace una semana que regresamos al siglo XXI así que, sordeada.

Esta semana ya andamos un poco más organizaditos, ya hasta nos inscribimos a un gimnasio… ¡pagado! Esas son ganas de hacer ejercicio, eh. Aunque creo que fue la conciencia la que nos llevó a pagar esa inscripción… ¡esos croissants con chocolate no se bajan solos!

No he tomado muchas fotos, acá me da un poco de pena andar con el celular tome y tome fotos. ¡Como turista! no, no, no, no, NO. Pero  a veces me armo de valor, saco el telefonote y snapeo lo que veo por ahí. Generalmente son edificios y la muchacha y éstas se van directo a Instagram, que ese sí lo tengo bien actualizado. Nosotros casi nunca salimos en las fotos (¡qué oso!) aunque luego me arrepiento porque al regresar de viajes tenemos fotos de edificios y cosas raras y nunca estamos ahí. Luego la familia quiere la típica foto de nosotros frente a la Sagrada Familia y pues nada, les mandamos puras fotos de fachadas… Idea: este fin de semana salir y tomarse fotos frente a edificios turísticos y enviárselas a la familia. Necesario convencer al #ingenierodeprofesión para realizar esta hazaña nunca antes vista.

Si logro convencerlo quedará perfecto porque este fin es largo, el lunes es asueto porque es el «Lunes de Pentecostés» festivo que se celebra en algunas comunidades autónomas de España, en este caso, Cataluña. Y, además, el sábado 18 es «La noche de los museos» día en que todos los museos de Barcelona abren sus puertas, gratuitamente, hasta la madrugada.  Perfecto fin de semana para perder la pena y tomar montones de fotos.

Y bueno, ya casi es hora de ir a Plaza España a recoger al #ingenierodeprofesión así que,  ¡Adéu!

 

 

Turisteando en Barcelona

Pues sí, hay que aceptarlo: somos turistas. De esos que traen la cámara y el cel en la mano, tome y tome fotos. Apenas ayer cumplimos una semana aquí así que seguimos siendo eso, turistas.

El domingo nos fuimos a turistear a Barcelona. Salimos «temprano» para tomar el tren rumbo a la Estación de Francia para de ahí caminar a los típicos lugares turísticos a conocer: La Sagrada Familia (que ni entramos porque había una cola larguísima, así que sólo por fuerita), la iglesia de Santa María del Mar, el Eixample, Rabal y el barrio gótico para la búsqueda de pisos y claro, las paradas oficiales a lugares de comedera.

Tal vez fue un error haber visitado el domingo porque algunas zonas se nos hicieron demasiado caóticas y llenísimas de tours de seniors gringos y estudiantes internacionales. Pero aún así nos encantó, tanto que ya andamos viendo la posibilidad de mudarnos. A mí me encantaron las callecitas pequeñitas, pequeñitas, la ropa colgada en las ventanas y la enorme cantidad de cafecitos y bares.

Aprovechamos esta visita para buscar un lugar donde comer el famoso fideuá que tanto nos habían recomendado y sin temor puedo decir que se ha convertido en uno de mis platillos favoritos. ¡Son fideos! esos no fallan.

Y por supuesto que no podían faltar las ochocientasmil fotos de turista:

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Llegando a la Estación de Francia

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Santa María del Mar

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Kousuke se tomó su cafecito con leche

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Esta no recuerdo el nombre pero seguro es más popular que la anterior porque estaba llenísima

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#breaknecesario

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#ingenierodeprofesión turisteando

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Pequeñito indeed.
Aquí comimos el «menú especial»… fideuá, crema catalana y vino de la casa incluidos ❤

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La Sagrada Familia por fuerita porque había filona para entrar

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El regreso

«Vale, me lo pagas la próxima vuelta»

No tenemos ni una semana por acá y ya hemos experimentado lo que se conoce como shock cultural.

El primero fue el día que llegamos, al momento de pagar la renta del mini piso nos dijeron que el pago era en efectivo y como traíamos pocos billetes porque en Monterrey no encontramos un solo lugar donde sí tuvieran euros, nos preocupaba quedarnos sin dinero, así que al ver esto la chica encargada nos dijo: no se preocupen, pueden pagarme después. (WHAAT?)

Otro shock del estilo lo experimentamos ayer cuando sacamos a pasear a la muchacha antes de cenar (primer error). Fuimos al centro (segundo error) y con tanta tienda, forn de pa y demás, nos dio un montón de hambre así que, para aguantar, entramos a una patisserie para comprarnos un «snack»: yo un croissant de chocolate y el #ingenierodeprofesión uno salado (bo ring!), en total eran 2.40 € pero no traíamos cambio, así que estábamos a punto de devolver la mercancía cuando la señorita nos dijo: «Vale, me lo pagas a la próxima vuelta»… SHOCK. Yo creo que nos vio muy hambrientos.

Por cierto, los «snacks» nos los comimos en la calle. La gente nos vio raro.

¿Serán así porque este es un pueblito? ¿también pasará eso en Barcelona, en Madrid? Tal vez  haga el experimento en la próxima visita a la ciudad.

El siguiente shock cultural tiene que ver con el café que en realidad no es uno, sino varios:

  1. NO hay un solo Starbucks en Castelldefels (y no es que lo extrañe pero shock como quiera)
  2. He visto que acá no se estila comprar el café para llevar… uno tiene que sentarse y disfrutar su cafecito mientras lees el periódico* o platicas con el amigo-novio-esposo-lo que sea. Sí hay café para llevar pero yo creo que te miran feo si lo pides.
  3. El tamaño. Acá los cafés son chiquititos. Nada que ver con el termo que yo tenía en Monterrey y que aparte, tenía el descaro de rellenar varias veces al día.
  4. El café es bueno, qué digo, BUENÍSIMO en tooodos lados. No exagero.

*He visto que acá la gente sí compra y lee el periódico impreso. Gente de todas las edades, eh, no sólo viejitos.

Siguiendo con la amabilidad de la gente, acá ¡se paran los coches para que tú pases! ¡increíble! Uno puede estar enlelada con alguna tienda y aún así te esperan a que pases sin pitar o sonar el claxon para que te apures. Wow.

Además, no he escuchado un solo claxon de coche por acá, ¿será que no tienen? ¿sabrán siquiera que existen? Porque viviendo en la Maria Luisa y en pleno 5 de mayo cruz con V. Carranza, escuchar a la gente pitar desesperadamente en el momento (o antes) de que el semáforo se pusiera en verde era lo normal.

Tal vez es porque Castelldefels es un pueblito y yo de inocentona creo que así es en todo España. Eso habrá que verlo.

Mientras compruebo si es una inocentada mía o no, aquí unas fotos.

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El camino del centro a la casa

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Otro desayuno a base de carbs y buen café

ImageEste café es de lo más chiquistriqui que he encontrado por acá. Los chicos guapos y hipsters se reúnen aquí. Si se quieren dar un taco de ojo, basta con ver a los chicos que atienden, como que hacen casting o algo.

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Y remato con la foto de la NiNi mayor.

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Día dos

Después de aterrizar en el aeropuerto de Barcelona todo fue risas y diversión porque ya habíamos pasado la peor parte: la mudanza, los trámites y el vuelo trasatlántico. Habíamos llegado a nuestro destino con todas las maletas y con perrito en mano así que, nosotros felices… hasta que llegó la noche.

El cansancio del viaje hizo que para las 9:00 pm ya estuviéramos en pijamas listos para dormir hasta el siguiente día pero, no, por supuesto que no fue así. ¡Incrédulos inocentones! Despertamos a las 2:00 am sin sueño -__-  pero fuimos tercos y el jet lag no nos ganó (sólo unas cuántas horas nada más).

Al día siguiente despertamos con hambre y necesitados de hartas cantidades de café, así que antes de que el #ingenierodeprofesión partiera a su primer día de trabajo, fuimos a desayunar fuera puesto que nuestro pequeño refri lucía así:

El quesito que quedó de la cena del día anterior y el caldito de pollo de la muchacha.

El quesito que quedó de la cena del día anterior y el caldito de pollo de la muchacha.

Caminando, nos encontramos con este forn de pa que, bueno, no es difícil toparse con uno puesto que están en cada esquina.

Lindo ¿no?

Lindo ¿no?

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Y acá se estila desayunar cafecito + croissant y pues uno no le hace el feo. Sólo hay que ver la cara del #ingenierodeprofesión…

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Normalmente el cafecito con leche + croissant te cuesta alrededor de 2.50 €

 

 

Después del desayuno, el ingeniero se fue a su trabajo y yo hice lo mismo, pero en casa. Por la tarde, la muchacha y yo fuimos a recoger al #ingenierodeprofesión a un parquecito que está cerca de su trabajo. Aunque a la muchacha le sigue dando miedo la calle, disfrutó estar en el parque, persiguiendo patos y corriendo en el pasto.

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Después del pequeño paseo, fuimos a buscar qué cenar y aprovechamos para conocer la playa. El camino hacia las platges es muy lindo y hay casas súper bonitas, algunas me recuerdan a la María Luisa <3.

Como un día antes había sido asueto, ahora muchos lugares estaban cerrados porque el día anterior trabajaron medio día… (¬¬) así que no encontramos muchas opciones abiertas pero terminamos en un barecito muy mono.

El camino a las platges.

El camino a las platges.

<3

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Y esta fue mi elección para la cena:

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Hablando de comida… Antes de irnos todo mundo nos preguntaba (aparte de «¿ya tienen todo?») ¿y llevan chilitos y salsa?, pues no, ni lo habíamos pensado. Somos de la idea de que uno se tiene que acostumbrar a las comidas del lugar, adaptarse. Y bueno, aparte ya no cabía ni una cosa más en las maletas así que nos aventuramos a venir a España sin Botanera y sus derivados.

La verdad es que no nos ha costado trabajo adaptarnos a la comida, comen mucho pan, eso sí, y nos encanta PERO habrá que ver si en una semana o dos no empezamos a rodar :/. Estamos MUY esperanzados a que la caminata nos ayude ahora tenemos que caminar para todo, porque estas dietas altas en carbs son deliciosas pero peligrosísimas. Yo creo que por eso la gente acá es más relajada, porque no se andan con cosas y no le temen a los carbs, no que uno allá pasándola mal con migrañas por las dietas bajas en cereales.  Pfff, así que con gusto me he estado adaptando a la comida de por acá y las migrañas han desaparecido *abraza su baguette de 0.59  €*

 

 

Hemos llegado

Escribo estas líneas desde mi nuevo pisito en Castelldefels, sentada en el sillón con dos de mis  roomates, Mika y la laptop, sobre las piernas. Esto es lo que comúnmente se conoce como el home office.

Llegamos al aeropuerto de Barcelona el 1 de abril por ahí de las 8:00 a.m. y para ser mi primer vuelo trasatlántico no estuvo nada mal, eh. Salimos de Monterrey el domingo a las 11:30 a.m. (esos de Delta me impresionaron con su puntualidad), el avión chiquitito y con poca gente (bien). Como la puntualidad de Delta nos tomó por sorpresa, no alcanzamos a darle a la muchacha su coctelito de Valium que le recetó el vet, así que yo estaba con el Jesús en la boca porque no sabía cómo iba a portarse esta perrita prepotente en pleno vuelo. Las 2 horas de Monterrey a Atlanta pasaron rápido y la muchacha, dormida todo el camino. Fiuf!  Sólo ladró un momentito ya cuando estábamos en Atlanta esperando en la fila de migración, lanzaba unos ladridillos cada vez que lloriqueaba algún bebé (de tal palo, tal astilla) pero afortunadamente el lloriqueo fue momentáneo.

Como vimos niños y bebés en la fila del avión que nos llevaría a nuestro destino final, le dimos a Mika su shotcito de Valium para prevenir. De verdad que no sabemos si le hizo efecto o no pero la muchacha ni chistó en las casi 8 horas que duró el vuelo. Nosotros, sus humanos, tratamos de dormir lo más posible para evitar el famoso jet lag. Yo desperté pensando que había dormitado unos 40 minutos y para mi sorpresa habían pasado ya casi 7 horas, así que casi ni sentí el vuelo.

A todo esto, lo que pensábamos que iba a ser una lata y que podría causarnos problemas antes, durante y después del viaje no fue para nada problemático o gorroso. Los trámites para traernos a Mika salieron rápido y sin problemas. Llegando acá, en el aeropuerto, sólo le pasaron un escáner para confirmar que trajera el chip identificador y ya. Muy amables todos, por cierto, nada que ver con el trato que recibe uno en migración de EU donde te reciben con mala cara.

Lo que sí fue una lata, más que ajustar las maletas a 23 kilos,  fue la acompañante incómoda del #ingenierodeprofesión, su Mac ¡de escritorio! que insistió en traérsela al otro lado del mundo y por quien tuvimos que sacrificar casi 20 kilos de ropa, zapatos y cosas ultra importantes como mis stickers, stationary  y mi caja de random crap de aquí y de allá que no me alcancé a traer.

Pero ya estamos aquí con todo y Mac de escritorio la cual, por cierto, está aquí a mi lado todavía empaquetada porque al parecer al ingeniero no le van a permitir llevar su propia computadora… Oh, the irony!

Del departamentito sólo puedo decir que es eso, un departamentitititito más pequeño de como lo imaginábamos pero tiene todo lo que necesitamos, está en una zona muy linda y de vecino tenemos un pequeño cine que nos advirtieron, es de cine alternativo y al parecer, en idioma original (esto aún no lo confirmamos), así que, no me quejo.

Ah, por cierto, llegamos a Castelldefels en pleno día feriado así que nuestra primera impresión del lugar fue que, además de bonito, es muy tranquilo y silencioso, que puede que haya sido porque era festivo pero al parecer así es siempre, ya veremos. Paseamos por el centro con la muchacha y luego fuimos a comprar cosas básicas como adaptadores para conectar los celulares, laptop, etc. y shampoo y jabón. Las pocas tiendas que estaban abiertas se encontraban en una plaza comercial (como los malls de Monterrey) donde además de tiendas como Zara y  H&M, también hay un supermercado que se llama Mercadona. Me sorprendió que uno puede ir al shopping y al super con el perro, de haber sabido nos hubiéramos llevado a la muchacha.

Nosotros, inocentones, se nos ocurrió ir a buscar qué comer en plena hora de la siesta y aparte, en día feriado así que encontramos pocos lugares abiertos y nuestra primer comida en España fueron unos entrepanes que pues, literalmente eso son: salchicha entre dos panes (o sea, hot dogs) o jamón y chorizo ibérico entre dos panes… sin nada nadita más que eso, así secos y uno se tiene que pasar el mazacote con cerveza, vino o Fanta. No es queja. Por fortuna el mesero nos vio cara de extranjeros y nos ofreció ketchup y mayonesa para humectar un poquito nuestra comida. Decidimos acompañar los entrepanes con unas patatas bravas (que de bravas no tienen nada pero eso sí, muy deliciosas) y una jarra de cerveza… hago un paréntesis aquí para explicar el primer shock cultural: pedimos una jarra de cerveza pensando que era precisamente eso, una jarra de cerveza pero, oh sorpresa, nos topamos con que su concepto de jarra es lo que nosotros llamamos tarro cervecero (¡y de los chiquitos!). Fuera del tamaño, el sabor no decepcionó para nada así que en realidad disfrutamos nuestra comida y el precio, nada mal.

Otra inocentada (que seguro no será la última): querer comprar vino y pan (warning!) para la cena a las 4:00 p.m. en, repito, día feriado… Afortunadamente no tuvimos que ir otra vez hasta el Mercadona porque en el camino nos topamos con una tiendita abierta, una especie de tiendita de la esquina-oxxo-licorería y fue ahí donde compramos un Freixenet para celebrar ¡a tan sólo 7 €!, una baguette, quesito y chorizo. Sí, otra vez entrepanes (warning!).

Y bueno, ese fue el primer día por acá. Y claro, no pueden faltar las fotos, que sólo de la primera parte del viaje no tengo porque los gringos son muy paranoicos y no dejan ni sacar el cel, y bueno de los entrepanes tampoco tengo fotos porque uno tiene que concentrarse mucho no ahogarse con semejante mazacote.

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El #ingenierodeprofesión en el aeropuerto de Barcelona

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Aquí se puede apreciar el mini mini mini pisito, la muchacha y la susodicha Mac de escritorio del #ingenierodeprofesión

Aquí se puede apreciar el mini mini mini pisito, la muchacha ahí medio camuflajeada y la susodicha Mac de escritorio del #ingenierodeprofesión todavía empaquetada, claro.

Con este baño tan pequeñísimo a uno no le dan ganas de bañarse

Con este baño tan pequeñísimo a uno no le dan ganas de bañarse

Freixenet a sólo 7 euritos... bueno, 8.

Freixenet a sólo 7 euritos… bueno, 8.

Sección 2 de la parte B del anexo II…

o cómo viajar a España con tu mascota de compañía y no morir en el intento.

Si pensaba que los trámites para obtener una visa española era pesado (entre las visitas al Centro de Salud para obtener certificado médico, las compulsas, apostilles, seguro de vida, etc.), los trámites y requisitos para llevar a tu mascota de compañía (perro, gato, hurón) son todavía más complicados. Pensábamos que lo complicado era buscar la información y requisitos, pero después de buscar y buscar en Internet y que encontramos el famoso reglamento «(CE) N° 998/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo para las normas zoosanitarias aplicables a los desplazamientos de animales de compañía sin ánimo comercial», nos dimos cuenta que buscarlo era lo más sencillo… ENTENDERLE es lo difícil, especialmente cuando vienen cosas como ésta:

2. Los animales de compañía deberán disponer de un certificado
expedido por un veterinario oficial o, en caso de reintroducción, de
un pasaporte que certifique la observancia de lo dispuesto en el apartado
3. No obstante las disposiciones anteriores:a) los animales de compañía que procedan de territorios contempladosen la sección 2 de la parte B del anexo II, para los que se hayaobservado, según el procedimiento previsto en el apartado 2 delartículo 24, que dichos territorios aplican normas al menos equivalentesa las normas comunitarias previstas en el presente capítulo,estarán sujetos a las normas del capítulo II;

… ಠ_ರೃ

Pero eso no es todo. Hoy se nos bajó la presión cuando leímos esto en el formato del certificado:

[II.3  los animales proceden de un tercer país o territorio de tercer país que no figura en el anexo II del Regalmento (UE) n° 998/2003 y, si está previsto su tránsito por otro tercer país o territorio de tercer país, este tampoco figura en dicho anexo; además, desde las fechas indicadas en el cuadro del punto II.4, en las que un veterinario autorizado por la autoridad competente tomó unas muestras de sangre (no antes de los treinta días posteriores a la vacunación de cada uno de los animales) cuyo análisis dio como resultado títulos de los anticuerpos iguales o superiores a 0,5 UI/ml en una prueba de neutralización del virus de la rabia efectuada en un laboratorio autorizado (4) (5), ha transcurrido un mínimo de tres meses, y cualquier revacunación posterior se ha llevado a cabo durante el periodo de validez de la vacunación anterior (2);]

ಠ_ರೃ

¡¿3 meses?! ¡pero si nosotros nos vamos en 3 semanas! ಠ▃ಠ

Afortunadamente, después de buscar y buscar otra vez en Internet (fuera de Yahoo Answers), encontramos que Mika no tiene que pasar por esa prueba de sangre porque ella proviene de un país de la parte C del anexo II del reglamento… México, pues.

Entonces lo único que necesita es el microchip (claro, no cualquiera, tiene que ser el que cumpla con las normas ISO 11784 y 11785), sus vacunas en orden y un certificado de un veterinario autorizado por la autoridad competente

Todavía no averiguamos a qué se refieren exáctamente con eso, especialmente aquí en México, pero vamos por pasos.

Mientras tanto, Mika ya tiene su microchip europeo y hoy le ponen el refuerzo de su vacuna antirrábica. Pobrecilla la muchacha, esperemos que le guste Cataluña.

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Mika en su visita al vet

Corrección

No todo va So far, so good

Bueno, tampoco van mal. La verdad es que nos hemos tomado esto de los trámites para la visa/viaje/mudanza… muy a la ligera, hemos hecho lo que hay que hacer para obtener una visa y ya, sin hacer tanto drama. Sólo que aún no hemos terminado EL trámite porque nos faltaban unos papeles.

Pensaba hacer el recuento de todo lo que tuvimos qué hacer para conseguir apostilles, certificados, exámenes, cartas, etc. pero ahora me da flojera y aunque estoy escribiendo esto para evadir esa tarea que tengo que tengo que entregar mañana antes de las 11:59 p.m.,  me parece mejor idea hacer una lista de las cosas que tenemos que comer hacer antes de mudarnos de continente. En orden totalmente random:

@ MONTERREY:

  • Hacer fiesta de despedida
  • Ir a Los García a comer machacado con frijoles y tortillas de harina (todo cocinado con manteca de cerdo).
  • No irnos sin antes comer los siguientes snacks regios: conchitas preparadas, elote de la Pulga Río, tostadas de la Azteca, gorditas de azúcar de algún mercadito.
  • Ir por unos tacos de aguacate del AL
  • Cafecito + concha del Palax
  • Desayunar barbacoa un domingo en la mañana
  • Chicharrones de La Ramos
  • Tostadas de la Siberia (la de Simón Bolívar)
  • Comer las siguientes comidas de la abuela: migas, arroz, tortitas de papa y caldo de res.
  • Los tamales y las tortillas de harina de mi mamá

@ MEXICALI:

  • COMIDA CHINA!!!!
  • Churros locos
  • COMIDA CHINA
  • Langosta con arroz, frijoles y tortillas de harina*

    *En Ensenada

 

Todo gira alrededor de la comida, ¿pues qué más?

La vida en menos de 25 metros cuadrados

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Hacemos una pausa en la búsqueda de seguros de viajero y de repatriación (#FML), para soñar un poco y ver opciones de lindos departamentos pisos *amueblados/bonitos/baratos/pet friendly* para vivir.

Entre un mar de encabezados como «soleado para vivir ya», «ideal parejas», «piso muy soleado» y «muy mono», el que más me llamó la atención fue éste que describe perfecto nuestra pequeña familia: «ideal para parejas y con niños con balón»…

Lo que sí es que me dejé llevar por las cifras: 370 €/mes, 445 €/mes, 550 €/mes… hasta que vi que los «pisos» eran de ¡20-25m2!, más o menos lo que mide ¡una recámara de nuestra casa!  The horror! y así quería irme a vivir a Japón u__u.

Ante esta cruda realidad me surgen algunas dudas: ¿Cómo le va a hacer el #ingenierodeprofesión para organizar sus típicas comilonas de 10-12 personas?, ¿dónde pondré mi colección de celulares?, ¿dónde vamos a recibir a la Paty, la Elisa, el Chente y a la #chupipandi?, entre otras. Supongo que no nos queda de otra más que vernos creativos y hacernos a la idea de vivir como sardinas. Si tan solo las casas estuvieran así de monas, otra cosa sería.

Googleando me topé con el caso de Susana quien asegura que sí se puede vivir en menos de 25m2.

En parte me da curiosidad probar si es viable vivir en pequeños espacios y no morir en el intento. Y pues, ahí está el caso de los japoneses y, ahora, el de los españoles.

Ya veremos, ya veremos.